
La normativa obligaría a invertir 35.000 millones de euros en los sectores avícola, porcino y cunícola, lo que haría desaparecer a la mayoría de las explotaciones y dispararía aún más los precios
La inflación está dejando consecuencias visibles en el día a día de los hogares españoles. El aumento de los precios continúa imparable en los carburantes, la luz o el gas, lo que complica que las familias puedan llegar a fin de mes. Pero la mayor preocupación se centra en la cesta de la compra. Productos básicos como el aceite, los huevos, el pescado o los lácteos han visto incrementar sin freno su coste. Y todo apunta a que la situación va a ir a peor. Así lo avisan las patronales del sector cárnico, que advierten que los precios de este producto básico en la dieta española pueden triplicarse de golpe, y no solo por la inflación, sino principalmente por la aplicación de Ley de Bienestar Animal de la Unión Europea.
«El impacto socioeconómico que va a tener esta propuesta de ley va a ser enorme y nadie ha hecho ningún estudio o informe para ver cómo se pueden hacer las cosas mejor», se lamenta Pedro Barato, presidente de la asociación agraria Asaja. Tanto él como representantes de otras organizaciones destacan la «falta de rigor» con la que se ha propuesto la normativa y denuncian que no se haya consultado a los productores ni a la industria. «No ha habido ninguna mesa de negociación, nada».
Los sectores cunícola, avícola y porcino expresan su preocupación con una normativa que les obligaría a reducir la densidad de población de los animales en casi un 30%. Ello significaría el fin inmediato de 1.500 de las 5.000 explotaciones existentes, y de las 3.500 restantes muchas no podrían afrontar los costes en medio plazo. La nueva legislación obligaría a construir un 73% más de naves con el fin de compensar la pérdida de productividad, lo que supondría una inversión de 1.800 millones de euros y una disminución en la población de las zonas rurales, puesto que, «ante la imposibilidad de producir por falta de rentabilidad, no habría granjeros», afirma Jordi Montfort, secretario general de la patronal de los avicultores Avianza.

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