
Hace un mes, más de la mitad de las estaciones del país marcaban registros del 50% o más, bajo lo normal. M. SILVA, A. NÚÑEZ, C. CERDA
Hasta el 31 de mayo pasado, de las 46 estaciones pluviométricas que la Dirección General de Aguas mantiene a lo largo del país, 34 marcaban déficits de agua caída superiores al 50% en relación a un año normal, y de ellas, 19 estaban en niveles por sobre el 80%. Ahora, luego de las lluvias del sábado, solo tres preservan tal registro y todas ellas están ubicadas en las regiones de Atacama y Antofagasta.
Las estadísticas actualizadas de esa repartición del Ministerio de Obras Públicas reflejan que hace poco más de un mes, solo seis estaciones presentaban superávit de lluvias: Arica, Azapa, Chapiquiña, Conchi y Calama, en el altiplano del Norte Grande, y Coyhaique, en el extremo austral. Hoy se han sumado a esa condición Rivadavia, La Serena, Ovalle y Huintil, en la Región de Coquimbo; Convento Viejo y Colorado, en la zona central, y Valdivia y Coyhaique, en la zona sur y austral.
En tanto, los registros de la Dirección Meteorológica de Chile destacan que los déficits de lluvias en Tobalaba y Quinta Normal, en la Región Metropolitana, se redujeron a 3,6% y 7,9%, respectivamente, luego de que allí cayeran 43,5 mm y 42,8 mm en las precipitaciones del sábado.
“La lluvia y nieve de estos días es una buena noticia. Hoy día, dependiendo desde dónde se mida en Santiago, la cordillera muestra 50 o 60% de un año normal. En 2019 teníamos casi cero, esa es nuestra gran reserva de agua para la primavera y verano”, evaluó el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno.
Según las estadísticas de la DGA, aún se mantiene en niveles deficitarios por sobre el 50% o más de acumulación de nieve. Solo en las Termas del Flaco, donde cayeron 609 mm, la nieve registra un superávit del 18%. El ministro Moreno resaltó que los embalses siguen en niveles bajos. “Por ejemplo, Los Aromos, en Valparaíso, está a un 15% de su capacidad y El Yeso, aproximadamente, en la mitad de su capacidad”, puntualizó.
Para su par de Agricultura, Antonio Walker, las lluvias y nevazones en la zona centro sur del país hacen abrigar esperanzas de quebrar el ciclo de 15 años de sequía y son una “gran noticia” para las regiones desde Atacama hasta el Maule, donde está decretado el estado de emergencia agrícola por escasez hídrica.
“Ver hoy nieve en la cordillera, el agua en los ríos y canales, ver infiltración de los acuíferos y las recargas de napas nos llena de esperanza y estamos muy contento porque hemos sufrido mucho”, describió el ministro.
Walker adelantó que “con esta cantidad de agua podemos esperar con mucho mejor pie la próxima cosecha ”.
El subdirector del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia y académico del Departamento de Geofísica de la U. de Chile, René Garreaud, argumentó que las lluvias de junio y las que van de julio responden a fenómenos climáticos interanuales, como la oscilación Madden-Julian, generada por intensas nubes de tormentas en el océano Índico, que modifican la circulación atmosférica y con efectos a miles de kilómetros, como en la costa de Chile.
Pero Garreaud coincidió con el pronóstico oficial emitido la semana pasada por la DMC, en cuanto a que lo que resta del invierno, la zona centro sur de Chile tendrá lluvias bajo lo normal, debido a que la baja de temperaturas en zonas claves del Pacífico prevén la formación de La Niña. “Eso no significa que no precipite, pero queda julio y agosto, que son claves para llegar a un año normal de lluvias”, dijo.
Garreaud ha estudiado el comportamiento de una mancha de agua cálida en el Pacífico frente a Australia como la generadora de condiciones que han impactado en la megasequía, que entre el año 2019 y mayo pasado tuvo expresiones de hipersequía. Confirmó que esa zona ha bajado su temperatura y que ello puede explicar en parte el alza de precipitaciones registrada la última semana, pero reconoció que es necesario esperar un año más de evolución para confirmar si se trata de una situación transitoria o de un cambio de tendencia que permita prever el fin de la sequía. “Es esperanzadora”, comentó.
Fuente: El Mercurio
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